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Una obra transmedia que nos cuenta los inicios del Call of Duty

Todos los que estamos vinculados al comiqueo sabemos que este es uno de los sectores editoriales más transmedia. La vinculación entre el cine, los videojuegos y la cultura popular, entre otros aspectos, conforman el día a día de un sector en alza. Hoy os queremos comentar un cómic cuyo origen está en un videojuego sumamente conocido: Call of Duty.

Call of Duty Vanguard, que así se llama la obra en cuestión, está guionizada por Sam Maggs y basada en un argumento de Brent Friedman, Tochi Onyebuchi y el propio Sam Maggs. En el capítulo final también ha intervenido Stephen Rhodes. El dibujo corre a cargo de Brad Simpson, aunque, nuevamente, el capítulo final es diferente y está dibujado por Giovanni Timpano. El color ha sido obra de Brad Simpson, con la excepción del último capítulo que ha dependido de Flavio Dispenza.

Call of Duty Vanguard es una obra de orígenes. En ella se nos muestra cómo se ha ido conformando el conocido grupo. El cómic pivota sobre el agente Butcher quien va reclutando a los miembros del futuro grupo. Este agente, como es bien sabido, tiene un carácter enigmático y un talante llamativo para la narración. En este sentido, el personaje se asemeja a otros directores de equipo tales como Nick Furia o, salvando las distancias, Batman (en relación a la batfamilia). Sus diálogos son directos y provocadores, lo que hace que la narración sea impactante y atrape al lector.

A lo largo de la obra nos vamos a ir encontrando con los personajes y con sus diferentes personalidades. Todo ello enmarcado en distintos contextos. En este sentido, la obra se va sucediendo como si fuera una secuencia de capítulos donde los unos y los otros no se relacionan. No obstante, como resulta evidente, al final los vamos a encontrar conformados ya como el conocido grupo.

La narración (tanto la escrita como la visual) está medida y no es excesiva. La potencia de la historia se encuentra en los personajes y no tanto en la acción bélica. En este sentido la obra resulta interesante. Evidentemente tiene un carácter comercial, pero Maggs logra dotar a los personajes de interés y cierto grado de profundidad. El capítulo final, en cambio, no resulta tan interesante y se pierde, permítaseme decirlo así, en la búsqueda de una acción impactante y llamativa.

El apartado gráfico me ha resultado sumamente interesante. La primera parte, cuyo dibujo dependió de Simpson, me ha entusiasmado. Su dibujo esbozado y el carácter de viñetas por finalizar, le otorga dinamismo a la narración visual. Además, las expresiones están bien conseguidas y logran complementar a la narración escrita. Este complemento destaca en las escenas de acción en las que no encontramos diálogos y toda la narración está asentada en este creador. El capítulo dependiente de Timpano resulta más estático. El uso del ordenador le da un carácter más distante y frío a la narración visual. No obstante, el uso de las sombras logra la potencia narrativa pretendida.

En definitiva, estamos ante un trabajo interesante, con un marcado interés comercial, pero con la suficiente profundidad como para sobresalir. Un cómic sobre el mundo de la guerra que nos muestra los orígenes de un grupo conocido, donde se caracterizan los personajes de una manera sugerente y diferenciada.

Por Juan R. Coca