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Portada de El Rrollo Enmascarado (El Rrollo)

El cómic underground en España hace referencia a una subcultura de artistas del cómic alternativos e independientes que surgieron a finales de los años setenta y principios de los ochenta. Este movimiento fue en gran medida una respuesta a la censura franquista y a las limitaciones que ésta imponía a la expresión artística.

Durante este periodo, surgieron en España una serie de pequeñas editoriales, a menudo dirigidas por los propios artistas, que trataban de producir y distribuir cómics que estaban fuera de la corriente dominante. Estos cómics trataban a menudo temas tabúes, como el sexo, las drogas, la política y la historia reciente del país.

Algunas de las figuras clave del cómic underground en España son Max, Nazario, Ceesepe, Mariscal y El Roto. Muchos de estos artistas alcanzaron el éxito comercial y el reconocimiento internacional por su trabajo, y su influencia aún puede apreciarse en el panorama del cómic español actual.

El Rrollo Producciones fue una de las primeras editoriales de cómic underground en España. Esta editorial, tal y como indican en Palmiro Bimola en Tebeosfera, estaba formada por un colectivo de autores que se autoeditaban. El colectivo se formó en plena dictadura franquista y se vio sometido a las “limitaciones” de la época. Los nombres iniciales fueron Nazario Luque Vera, Javier Mariscal y los hermanos Miguel y Josep Farriol (conocidos como Farry y Pepichek). Posteriormente, se sumaron al equipo otros grandes nombres tales como Francesc Capdevila (Max), Antonio Pamiés, Roger Subirachs Burgaya (Roger), Francisco Javier Ballester Guillén (Montesol), José Morera (El Hortelanao), Carlos Sánchez Pérez (Ceesepe) y María Luisa Barraquer (Isa), entre otros.

El Rrollo pueden ser considerados como los iniciadores del cómic underground español. Publicaron los siguientes cómics: El rrollo enmascarado, en 1973, Catalina un años después. En este mismo año (1974) también publicaron Paupérrimus comix, Diploma d’honor y De Qvommic. Como ya dijimos, tuvieron que sufrir la censura y se vieron sometidos a presiones jurídicas. De hecho, debido a la publicación del primer tebeo, El Rrollo Enmascarado, Miguel Farriol Vidal fue acusado, aunque finalmente no fue sentenciado como culpable. En cambio, al publicar el cómic Catalina, también fue acusado como “autor y editor” y fue condenado por “ataques a la decencia pública”. En la sentencia se indicaron las siguientes consideraciones: “pues si para buscar el efecto jocoso hay que acudir a las palabras reiteradas en los textos recogidos en el Resultando de hechos probados, se está saltando por encima el mínimo de decencia pública necesaria para una convivencia social”. Posteriormente, también fueron sancionados repetidamente por las diferentes historietas publicadas.

Otros hitos editoriales muy relevantes fueron la puesta en marcha de Makoki y El Víbora. La primera fue una influyente revista fundada en 1978 por el artista Ceesepe. Makoki publicó cómics, ilustraciones y artículos que reflejaban la escena punk y contracultural de la época. Estaba centrada en el nombre del personaje Makoki, una persona que había escapado de un manicomio. Con el paso del tiempo, la editorial La Cúpula apoyó su publicación logrando que alcanzara su máxima popularidad. El segundo hito del que hemos hablado, la publicación de El Víbora, también emergió en aquellos momentos. Esta emblemática revista fue fundada en 1979 por Nazario, uno de los pioneros del cómic underground, en España. El Víbora se convirtió en la publicación más popular e influyente de la escena underground del cómic, con obras de muchas de las figuras clave del movimiento. Esta revista fue posible gracias a la editorial La Cúpula.

Tras lo dicho, es imposible no hablar de Ediciones La Cúpula. Sin ninguna duda es uno de los iconos más destacados y relevantes del cómic underground en nuestra región. Su denodado esfuerzo y su apuesta por este lenguaje narrativo son dignas de elogio y admiración. Esta editorial se fundó en 1979 por Josep Maria Berenguer. Este ilustre de la cultura española había colaborado con El Rrollo y conocía a Josep Toutain. Este último le ayudó a poner en la editorial para, así, poder publicar la revista El Víbora. La Cúpula se convirtió en una de las editoriales de cómic alternativo más importantes de España y todavía da a conocer a muchos nuevos artistas.

El cómic underground en nuestra región ha tenido unos representantes realmente interesante que todavía siguen vigentes y sus creaciones resultan sugerentes. Actualmente este modo de narrar parece que se ha quedado relegado al fanzine y resulta complicado que podamos encontrarlo en las editoriales con mayor capacidad de difusión. Esperemos que La Cúpula siga apostando por este tipo de trabajos, para ello necesita el consabido respaldo proveniente de la compra de este tipo de trabajos.

Si no conoces la web de La Cúpula donde hay un espacio dedicado a El Víbora Comix: https://www.lacupula.com/categoria/autores-de-siempre/el-vibora-comix/

Más información sobre la historia del underground en:  https://www.tebeosfera.com/  

Por Xiana Martín.